FINALISTAS CATEGORÍA C

LA BIBLIOTECA MÁGICA

 

Personaje 1: Lucinda, la bibliotecaria

 Es la bibliotecaria y es muy cascarrabias. Se enfada por todo. Tiene el pelo blanco, en un moño y unas gafas moradas. Viste muy formal.

Personaje 2: Leo, tragalibros

 Es gris, tiene unos ojos de plástico y es muy bromista. Se come los libros viejos.

Personaje 3: Ainhoa

Tiene diez años, es morena y le gusta leer las aventuras de Kika Superbruja. Viste informal.

Personaje 4. Vera

 Tiene once años, es morena y le gusta leer Harry Potter.

Esta es la historia de una biblioteca mágica. En ella, los libros se movían solos. La biblioteca tiene tres plantas: la primera es cuadrada, verde y azul. Tiene libros entre 0 y 5 años; la segunda es redonda, morado apagado y sus libros son de 6 a 16 años; la última es ovalada, negra y sus libros son para más de 16 años. Pero bueno, la cuestión es que en aquella biblioteca trabajaba Lucinda, una bibliotecaria cascarrabias. Tanto que se enfadaba hasta con los niños pequeños. A esa biblioteca le gustaba ir mucho a dos niñas: Ainhoa y Vera.

Ainhoa tenía 10 años y Vera 11. Su sección era la segunda planta, así que subieron. Las dos fueron directas a hablar con Leo tragalibros, una papelera muy bromista. Pero solo ellas sabían que era mágica. 

Un día, la bibliotecaria se deshizo de él. Las niñas, al ver que no estaba, le preguntaron a Lucinda:

- ¿Dónde está Leo?

- ¿Quién es Leo?

- Es la papelera de los libros viejos.

- Esta mañana la tiré al contenedor.

- ¿Por qué?

- ¡No hagáis más preguntas! La tiré y ya está.

Vera y Ainhoa salieron a buscarla y le preguntaron a un señor si la había visto. Dijo que la biblioteca del otro pueblo la había recogido. Fueron hasta allí corriendo y les dijeron que la llevaron al parque de enfrente. Y allí encontraron a Leo. Estaba llorando.

-Esta bibliotecaria es estúpida. Espero que no me haya sustituido. No hay nadie mejor que yo. Ni aunque los libros se muevan solos. Yo soy mejor que esa biblioteca mágica.

Las niñas convencieron a Leo para que volviera y se lo llevaron a Lucinda. Ellas le dijeron que Leo podía hablar, leer, pestañear, etc. Y él se lo enseñó. Le suplicaron que se quedara y Lucinda cedió a regañadientes. Pero desde entonces, la bibliotecaria era menos cascarrabias. Día tras día, se ponía más contenta cada vez que entraban. Hasta que al final era la más simpática y se hizo amiga de todos.

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LA BIBLIOTECA TORREMANA

En el año dos mil se inventó una biblioteca llamada Torremana, en un pueblo llamado Mundo Lector. Era circular y tenía diez pisos, cinco para diversión y otros cinco para leer. Había una bibliotecaria llamada Lety La Sabanera. Ella era rubia, ojos azules, delgada, alta, tenía el pelo largo y los y vestía elegante y con tacones. Le acompañaba una papelera tragalibros llamada Charo la tragalibros. Tenía los dientes afilados, estaba gorda y lo mínimo que podría tragar era un millón de folios.

Un día entro un hombre llamado Toreto, que era conductor de drift. Era calvo, estaba muy fuerte, era alto, ojos verdes y vestía con una camiseta de tirantes de color blanco.

Toreto cuando vio la biblioteca le preguntó:

- ¿Dónde está los libros de aventura?

- Están en la tercera sala, pero hay una sala a parte en la que los libros se cuentan solos.

Unos cuantos minutos después, Toreto estaba en la sala. Cogió un libro llamado Simbad el Marino, pero el principio no le gustó. Luego, cogió otro llamado Pajarulí y tampoco le gustó. Y así estuvo durante media hora y como no se decidía, cogió uno al azar. Se llamaba Los Guerreros. El libro trataba de que unos guerreros que querían coger a la princesa que estaba en el coche que llevaba Toreto, mientras Lety la Sabanera, que era la princesa, le daba folios a Charo la tragalibros y tiraba como unos confetis que cegaban a los guerreros para que no cogiesen a la princesa hasta llegar. Pero el libro era mágico y cuando Toreto leía más rápido, más rápido iba el coche.

Cuando llegaron al castillo, todo volvió a la normalidad y cuando Toreto terminó de leer, se fue a la sala de juegos, pero nada de la sala le gustó. Entonces bajó a decirle a Lety que la quería. Cuando se lo dijo, se quedó boquiabierta y ella le dijo que también, que era muy guapo. Se casaron y unos meses después tuvieron gemelos. Eran Alex y Diego y su tita era Charo la tragalibros, que se convirtió en una mujer cuando terminó el libro.

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EL SECRETO DE LOS LIBROS

Parecía un día soleado de primavera, cuando empezó a llover y Raquel temía mojarse su melena rubia como hilos de oro y su vestido rojo.

 Raquel vio ante ella un edificio destruido y decidió acobijarse en él, al entrar se asombró  al ver que era una biblioteca, como se quedaría allí de todas formas pensó en hojear los libros, al dar media vuelta se asustó al encontrarse con una cara seria con gafas marrones como la tierra y redondas como la luna llena, era Carmen, la bibliotecaria. Que  dijo:

-          ¿Qué haces aquí joven?

-          Me refugio de la lluvia, ¿puedo?

-          Claro, pasa

Raquel atravesó un largo pasillo lleno de libros polvorientos. Estuvo hablando hablando con Carmen sobre la biblioteca, pues le gustaba oír su dulce voz.

Desde aquel día, la chica  no se separaba de Carmen ni de su biblioteca. Había recorrido mil veces las largas escaleras de caracol que le conducían a cada una de las cinco plantas; una tenía los libros de amor, otra acción,  aventuras, misterio y cómics.

Una tarde mientras leía un libro titulado “¿Qué personaje te gustaría ser?” escuchó un extraño sonido, alzó sus ojos verdes como la esmeralda que se  abrieron como platos al ver un libro volando, pues era una biblioteca mágica a la que cada libro escoge a su lector .

                                 

Carmen le explicó que no se lo dijo porque temía que le cerraran la biblioteca, además de eso le mostró una papelera tragalibros negra como el carbón, con unos ojos rojos que ardían como el fuego celosos  de la amistad entre Carmen y Raquel. Esa papelera es capaz de zamparse todos los libros de mi biblioteca y seguir con hambre- dijo Carmen.
 

La papelera decidió aliarse con doña Carmena, la alcaldesa de Madrid, que quería demoler la biblioteca para construir un ayuntamiento. Su plan consistía en  que tragalibros terminara con todos los libros de la biblioteca para  así anunciar su cierre.

Raquel escuchó la conversación y, a pesar de las advertencias de Carmen anunció  ante toda  Madrid que la biblioteca era mágica y que no se debía demoler  por los misterios que hay en su interior, los ciudadanos apoyaron a Raquel por lo que la alcaldesa tuvo que reformar la biblioteca, que se convirtió en un lugar al que todos iban para disfrutar de  la lectura, con lo que tragalibros tuvo muchas amistades.

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DENTRO DE UN LIBRO

En un pueblo llamado ``Arturo´´ vivía Rocío, alta, once años, pelo corto y rubio y un lunar que algunos dicen que es una mancha de chocolate. Era alegre y curiosa. Pero no le gustaba leer.

Rocío tenía que hacer un trabajo sobre un libro así que fue a la ``Biblioteca Mágica.´´

-Si encuentro un libro que me guste… ¡No me gusta leer!- pensaba.

La Biblioteca Mágica es grande, con cuatro plantas, cada una con diferentes tipos de libros. El techo tiene ventanales de diferentes colores y formas, pero lo más increíble es que cuando empezabas algún libro te metías dentro de la historia y eras el protagonista.

 Había mucha gente (algunos dentro de los libros).Se acercó a una mesa donde había una mujer joven con el pelo castaño recogido en un moño. Era simpática y cariñosa

-¿En qué puedo ayudarte?-preguntó

-¿Me podría ayudar a escoger un libro?-le respondió

- ¿Qué tipo de libro quieres?

-Uno divertido de bromas.

-Soy Ángela, ¿tú cómo te llamas?

-Rocío.

Ángela fue a la segunda planta, sacó tres libros, pero Rocío tiró uno de ellos  en una papelera. Esta cobró vida, le salieron ojos grandes y rojos, unos brazos con manos y pies. Miró por todas partes, al ver los libros se los comió, cada vez que se comía un libro se hacía más grande, y tiró una estantería.

Rocío se dio la vuelta y al verla gritó, todos la escucharon alarmados. Al ver la papelera se fue corriendo hacia la puerta, pero la papelera cogió la estantería  y la lanzó contra la puerta, haciendo que nadie pudiera salir. Las personas se refugiaron

dentro de los libros. Ángela buscó a Rocío, escondida debajo de una mesa.

-¿Qué ha pasado?-preguntó.

-Esa papelera ha salido de repente- exclamó Rocío.

La papelera tragaba libros con toda la gente dentro.

-Ángela, ¿Por qué no me meto dentro de la papelera cuando se los coma?

-¡Buena idea! Pero antes yo la distraigo.

Ella salió de su escondite y dijo:

-¡Aquí! ¡Atrápame!

Mientras la papelera seguía a Ángela, Rocío subía unas escaleras, se agarró a una manta, al ver el momento perfecto saltó como tarzán dentro de la papelera, cogió los libros y los tiró.

La papelera volvió a su estado normal. La gente salió de los libros, Ángela y Rocío se hicieron amigas. A pesar de todo Rocío va siempre a leer un libro.